REINO ANTIGUO.
Las ciudades de las pirámides


No hay certeza de quien era responsable de las iniciativas de los avances en las ciudades de provincia y en que medida el estado se interesó por los trazados urbanos durante el Imperio Antiguo.

La actividad bien organizada en torno a las pirámides no terminaba con la obra arquitectónica ni el entierro del faraón.

A través de diversas fuentes se tiene constancia de ciudades de las pirámides, de ella se encargaba una jerarquía de funcionarios (hay documentados cuarenta y dos títulos distintos de funcionarios)

El de categoría superior suele ser un sacerdote o intendente de la ciudad.

El archivo de Neferirkare da a conocer una comunidad en las pirámides de Abusir y que se ocupaba de llevar un registro diario y detallado de la contabilidad.

El templo funerario adosado a la cara este de la pirámide constaba de la agrupación de cámaras de culto, almacenes, sala con columnas y entrada por la calzada de acceso. El edificio acaba su construcción con materiales baratos; la sala y la mayoría de los almacenes eran de ladrillo y las columnas de madera.

Cuando la calzada fue desviada para que pasara por la pirámide contigua del faraón Niuserre, se le incorporó un elemento arquitectónico poco común: un pórtico ceremonial de entrada con columnas, esta reforma coincidió con la construcción de una muralla de ladrillos de adobe en el interior. Los espacios que quedaron entre esta y la obra de sillería del templo se llenaron de edificios de adobe (algunos eran viviendas, seguramente pertenecientes a la comunidad de sacerdotes y funcionarios que atendían el culto funerario al faraón Neferirkare, sobre plano se pueden identificar alrededor de nueve casas pertenecientes, posiblemente a escribas, sacerdotes y demás personas de servicio que meticulosamente realizaban sus cometidos y anotaban en los papiros)

Por sus dimensiones reducidas, de apariencia modesta concuerda con los restos de otros lugares. Un modelo de comunidad cuyo elemento principal de ordenación era la muralla que armonizaba con el exterior monumental de la pirámide, pero que ocultaba a la vez el apiñamiento de viviendas en su interior.

Estas construcciones necesitaban unos costes de mantenimiento, que descuidaron... ello provocó la desfiguración rápida por soluciones no idóneas (se ha de considerar los ataques de termitas a las construcciones de madera). No existía una financiación o política destinada al mantenimiento del conjunto de edificaciones.

A veces se lee acerca de faraones que piadosamente restauraban los templos, e incluso alguna de las antiguas pirámides (RamsesII)... pero no era una actividad sistemática.