Los pobladores prehistóricos de Egipto se establecieron inicialmente en el Valle del Nilo, dónde construyeron comunidades, principalmente agrícolas, gracias a lo cual consiguieron beneficiarse de las periódicas inundaciones del rio, crear un sistema de canales de riego y seleccionar especies vegetales, entre otros logros. De esta forma, los pobladores pierden la organización tribal y se agrupan en nomos, que eran zonas de influencia dentro de las cuales convivian varias comunidades.
La Administración provincial estaba basada en la figura del nomarca "El que abre los canales" que era responsable de la irrigación, del rendimiento agrícola, recaudar impuestos y fijar los límites de las propiedades después de la inundación anual. Al mando de cada nomo se eregía un nomarca, un cargo designado por el faraón, que en algunas épocas fué hereditario.
La División terrritorial en nomos perduró hasta el Período Ptolemaico y principios de la Época Romana. Bajo los gobernantes romanos los nomos acuñaron su propia moneda, llamadas "monedas de los nomos" que reflejaba todavía las tradiciones locales. Los nomos de Egipto gozaron de importancia como principales unidades administrativas hasta las reformas de la época de Diocleciano y Constantino.
Egipto estaba dividido en 37 nomos:
- 10 en el Delta.
- 17 en el Egipto Medio
- 10 en el Alto Egipto.