Tres eran las áreas más destacables de la Ciencia que hay que considerar: Astronomía, Matemáticas y Medicina.
- Astronomía: El dominio de esta ciencia es evidente al menos de tres maneras interrelacionadas:
- El calendario y la medida de las horas nocturnas.
- La orientación de los edificios sagrados y
- La decoración funeraria de los sarcófagos y tumbas.
Los sacerdotes astrónomos, mediante la observación, habían llegado a entender el movimiento del firmamento y los ciclos repetitivos de las estrellas y constelaciones denominados períodos del año. Las predicciones de la crecida del Nilo se basaban en este conocimiento astronómico.
Además idearon relojes estelares que les permitía calcular las horas nocturnas, a través de los llamados "decanos", 36 estrellas elegidas intencionadamente que, de forma alternativa, iban apareciendo ordenadamente durante la noche. Los relojes estelares nos han llegado gracias a copias realizadas en sarcófagos perteneciéntes dentre la IX y XII Dinastía.
Techo astronomico de la tumba de seti I
Reconocieron la estrella Polar y las constelaciones circumpolares, a través de las cuales se definían las orientaciones de los templos. También reconocieron las constelaciones actualmente conocidas: Osa Mayor y Orión, además de los planetas Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
- Matemáticas: Se desarrollaron al mismo tiempo que la astronomía. Podemos estudiarlas a partir del papiro Rhind.
El sistema que usaban era decimal, redondeando casi siempre al entero más alto y escrito en jeroglíficos.
Para medidas agrarias de superficie y capacidad, utilizaron un sistema muy antiguo, basado en divisiones de 1/2, fracciones representadas en el Ojo de Horus (izquierdo, arrancado por Seth). Cada fracción se representaba por el jeroglífico correspondiente al ojo.
Debido al sistema económico y social, en el cual en todo comercio o trabajo se operaba por trueque, los egipcios adquirieron una gran maestría en el manejo de fracciones.
- Medicina: Según Manetón, los primeros tratados de Anatomía y Medicina se remontaba a la I Dinastía, aunque los conservados son más tardíos.
El conocimiento que tenemos sobre el tema proviene del contenido de diversos papiros: el papiro Edwin Smith, que es el documento quirúrgico más antiguo que se conoce, pues data del siglo XVII a. C. y transcribe conocimientos de una época anterior. Es indudable que la práctica del embalsamamiento proporcionó a los médicos egipcios un gran conocimiento en anatomía y gran habilidad en la práctica quirúrgica.