La familia y su evolución.

En la época más antigua la familia egipcia se basaba, tal vez no en términos absolutos, en la autoridad paterna y el régimen de mayorazgo.
En las Dinastias III-IV, a medida que se fortalecia la autoridad real, se rompían los lazos familiares y señoriales.
El primer documento jurídico que se conoce sobre el derecho de familia es la biografía de Metjen, que figuraba en su tumba, de época de la Dinastía III y la sucesión de hijos e hijas en el testamento del visir príncipe Nikaura, hijo de Kéops (Dinastía IV), también en su tumba. Este derechoi de familia se revela esencialmente individualista bajo las Dinastias III y IV, estando la familia reducida a su forma más estricta: Padre, madre e hijos. La mujer figuraba, generalmente, al lado del marido y el orden de los herederos estaba regulado por la ley. Los egipcios, no registraban nacimientos, muertes, matrimonios o divorcios.

El culto funerario era también individualista, incluso en la familia real. Autoridad paterna, cohesión familiar y culto funerario de la familia fueron tres conceptos estrechamente ligados que se fueron debilitando a través de los siglos y desaparecieron por completo durante las Dinastias III y IV, aunque la familia siga siendo la célula moral sobre la que descansa toda la sociedad egipcia.
Se conocen las "Enseñanzas del Príncipe místico Hordjedef a su hijo", en las que enseña la moral de la época, ya que, la ley era la base de la justicia, fuera de ella existían obligaciones que tenían su base en la solidaridad humana. La moral se resumía en las inscripciones de la paredes de las mastabas que demuestran que correspondían a ideas estereotipadas. Son las "obras de misericordia" que nos admiran aún, escritas muchos años antes de parecer el cristianismo.