DINASTÍA II. Dinástico Antiguo - Época Tinita (a)

FARAONES

El número de orden de estos faraones es incierto, los cilindros-sello, las tablillas de marfil, la Piedra de Palermo, las Listas Reales y el Papiro de Turín, no coinciden y se contradicen a partir del séptimo faraón. Son seguros los nombres y el orden de sucesión de los cuatro primeros que se calcula reinaron entre 2930 – 2890 a.C.

El primero fue Hotepsekhemuy.
HOTEPSEKHEMUY – (2930-2892 a.C.) “Agradable en poderes”
RANEB – (2892-2890 a.C.) “Ra es el Señor”, el Kalau. Su nombre es el primer nombre real compuesto con el del dios Sol de Heliópolis.
NINETER – (2890-2845 a.C.) “ Divino”, es conocido gracias a la Piedra de Palermo.
UNEG – (2742-2735 a.C.) Se estima que es Tlas, mencionado por Manetón. Reinó 17 años. Encontramos su nombre Vadynas en la Lista Real de Abidos y Saqqara.
SET-PERIBSEN – “De corazón poderoso” (Sejemib), “Esperanza de todos los corazones” (Per-ib-sen). El Serekh está bajo un animal sethiano en lugar del Horus tradicional, se interpreta un cambio político que obligará al rey a dejar Menfis y refugiarse en el Sur, donde cambiará su nombre de Horus por el de Seth-Peribsen.
JASEJEMUY/KHASEKHEMUY – “Los dos poderosos aparecen” (Seth – Horus). Se le representa matando prisioneros “del Norte”, sugiere la reconciliación de ambos dioses y sus partidarios. Con él terminó este Período Tinita.

Las características de la Época Tinita fueron la ruptura entre la Época Arcaica y el Reino Antiguo.
Fue artificial y salvo el lugar de residencia de los soberanos, la Dinastía III, sucedió sin ruptura a la Dinastía II, y el nuevo faraón que comenzó esta Dinastía III era nieto de Jasejemuy.


LOS RITOS FUNERARIOS

En la cerámica de las tumbas Amratiense y Geerzense se aprecia una decoración para asegurar al difunto la vida en el Más Allá y a la protección de las divinidades representadas por sus símbolos, mientras que la escritura, mantiene el nombre de la persona y su permanencia eterna.

PRINCIPALES CIUDADES

Menfis fue fundada alrededor del 3100 a.C. por el primer rey de la Dinastía I, que unificó Egipto, tras haber conquistado a la fuerza el Norte. Constituyendo un reino homogéneo bajo la autoridad de la ciudad de Buto, en el extremo Noroccidental del Delta. Destacándose la importancia de aglomeraciones como Hieracómpolis (Nekhen) y Nagada (Ombos)