El medio geográfico del A.E.

El valle del Nilo y Egipto

La civilización del Antiguo Egipto hubiese sido imposible sin el Nilo; con sus ciclos de inundación, retirada y sequía, el Nilo, aportó enormes recursos a los habitantes de ambos lados del largo valle por el que discurre, y también en el Delta, hasta su desembocadura en el Mediterráneo.

El gran surgimiento del Egipto Antiguo ocurre alrededor del 3050 a.C.. siendo el valle del Nilo de importancia primordial para su organización y crecimiento (económico, cultural, social y religioso), ya que se desarrolla una de las agriculturas de regadío más importantes.
Existía una clara diferenciación entre la Tierra Negra que correspondía a la llanura de inundación y al Delta, el color oscuro se debe a los sedimentos aportados por el Nilo, procedentes de los macizos volcánicos de Etiopía, en sus crecidas y que se deposita al recuperar el rio su normal caudal, y la “Tierra Roja” formada por los desiertos a ambas partes del río.

Así, pues, la civilización de Egipto se desarrolló en una de las zonas más desérticas y áridas del planeta gracias al Nilo, que atraviesa desde el Lago Victoria (sur) hasta el mar Mediterráneo, siendo su recorrido de más de 6.500 km , aunque en la Antigua Civilización a Egipto sólo le correspondían 1.300 km, comenzando en la actual Asuán (primera catarata).

La acusada división entre el valle y el delta da lugar a una notable diferenciación entre dos zonas que ya los antiguos egipcios trataron como si hubieran constituido reinos independientes y que se conocen, convencionalmente, por Alto Egipto  para el valle y Bajo Egipto para el Delta.

Asentamientos del Antiguo Egipto