Imperio Nuevo – 1550 a 1076 a.C. Egipto dispone de ejército profesional y unidades de carros, gracias a ello amplía sus dominios hasta la cuarta catarata del Nilo (Nubia Alta) y el Éufrates (Palestina y Siria) con Tutmosis I (máxima expansión).
Las regiones invadidas por Egipto provocan enfrentamientos con países vecinos. Los hititas y los egipcios tienen diversas batallas (la más importante en Qadesh protagonizada por Muwatalli y Ramsés II alrededor del 1274 a.C.), finalmente los hititas consiguen el dominio de los territorios sirios.
III Periodo Intermedio – 1076 a 712 a.C. Nueva crisis. Nubia se independiza y se pierde el control de Siria y Palestina. Reyes de origen libio se establecen en el Delta, Tebas pierde poder y la nueva capital es Bubastis.
Egipto se fragmenta en pequeños estados. Los reyes de Etiopía toman Menfis y el dominio del Alto Egipto.
Decadencia – 712 a.C. a 395 d.C. En el año 525 a.C. Egipto se convierte en provincia persa. En el 332, Alejandro Magno lo ocupa y, en el 163 a.C., se inicia la influencia romana.
El Egipto de los faraones será, a partir de entonces, un viejo y misterioso tesoro enterrado en la arena.